Hoy, Día del Padre, dedicamos este post a todos los padres del mundo. Especialmente a aquellos que luchan con uñas y dientes por poder ejercer plenamente como tales. Esos héroes que se pierden en el tiempo. Héroes sin capa de los que poca gente habla. Cuando os flaqueen las fuerzas recordad esto:
«El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día» (L. Battista Alberti).
Experiencias que nos hacen ser buenos padres
Nuestras experiencias personales, nos hacen ser la mujer o el hombre que somos hoy en día.
Personalmente, mis vivencias en cuanto a la separación de mis padres, cuando tenía nueve años, me ofrecen una perspectiva y una sensibilidad diferente a la hora de ayudar a tantas familias. Ayudo a buscar soluciones a sus conflictos familiares.
Lo más importante para los niños es mantener, dentro de las posibilidades, las rutinas familiares, sus ritmos y costumbres. Es decir, la normalidad.
Lastimosamente, ver a un padre dos fines de semana al mes puede producir, en mi opinión, una brecha en la relación padres e hijos brutal. De hecho muchas veces, pasados los años, se convierte en insalvable.
El contacto con los padres hace el cariño
No debemos olvidar que el roce, hace el cariño. Siendo natural que, para el correcto desarrollo de cualquier niño o niña, sea clave mantener un contacto fluido y continuo con ambos progenitores. Y no me refiero solo a cantidad de tiempo, si no muy especialmente a la calidad del tiempo que se comparte juntos.
Para un padre resulta devastador dejar de llevar a hombros a sus hijos al colegio. O perderse ese momento especial en el que les lees un cuento, disfrutando de sus caritas de asombro y expectación. Poder bañarles, arroparles, velar sus sueños, COMO HACÍAN ANTES.
Es un deber de cualquier progenitor el potenciar, asegurar y facilitar que la relación entre los hijos en común, y el otro progenitor, sea saludable y rica. No siendo suficiente con cruzarse de brazos, y cumplir rigurosamente lo estipulado en un convenio o lo acordado en una sentencia. Los niños necesitan mucho más.
Tras el proceso de separación comienza una nueva etapa de adaptación para todos. En esta etapa es donde los adultos deberán dejar a un lado sus rencillas personales, pensando en quienes se merecen ser siempre los absolutos protagonistas. Los niños.
La tecnología, la aliada de los padres
La tecnología será una gran aliada. Usadla para acortar distancias. Ésta os permitirá comunicar con vuestros hijos por teléfono, enviarles mensajes y audios, fotografías, e incluso verles diariamente. Aunque sea a través de una pantalla.
Todo esto ayudará a que ese sentimiento de pérdida. Un dolor que tanto padres, como madres e hijos pueden llegar a sufrir, se reduzca, facilitando que éstos estén presentes diariamente en la vida de sus hijos.
No puedo expresar con palabras lo que es para un niño de nueve años aprender a vivir diariamente sin su padre. Pero si puedo aseguraros que es algo triste y doloroso que no termina de cicatrizar jamás.
Por lo que, antes de embarcaros en una batalla campal con vuestra ex pareja, pensad y reflexionad sobre ello. ¿Cómo os habría gustado que se comportaran vuestros padres en la misma situación, cuando vosotros eráis solo unos niños?
Como dijo Umberto Eco:
Aquello en lo que nos convertimos depende de lo que nuestros padres nos enseñan en los ratos perdidos, cuando no están tratando de enseñarnos.
Y esos ratos perdidos, los del día a día, son los verdaderamente importantes.
Cuando nuestros padres se despojan de su traje y se aparecen ante nosotros ataviados como héroes de tamaño gigante. Esos héroes que nunca dejan de cuidarnos.
Feliz día del padre.
Delia M. Rodríguez
Abogada de Familia. Mediadora
delia@vestaliaasociados.es
