¿Cómo funciona la custodia compartida en España?

 Tomar la decisión de emprender caminos por separado nunca es fácil, especialmente si las partes implicadas tienen hijos en común. Una vez tomada la decisión se abre la puerta de una nueva etapa en la vida de la unidad familiar.

En esos momentos es habitual que padres y madres busquen asesoramiento legal y la mejor solución para atender el cuidado de sus hijos.

En esta búsqueda, el establecimiento de una custodia compartida suele convertirse en la cuestión fundamental, motivo por el que es importante conocer en qué consiste y cuál es la tendencia en nuestro país a la hora de acordar su establecimiento.

¿ES HABITUAL EL ESTABLECIMIENTO DE UNA CUSTODIA COMPARTIDA?

La custodia compartida es una forma de organización familiar que asegura que ambos progenitores convivan con los hijos comunes por periodos alternos, habitualmente semanales.

Desde el año 2013, el Tribunal Supremo estableció que la custodia compartida debía ser el régimen de referencia, pero siempre atendiendo a las circunstancias concretas de cada unidad familiar.

No obstante, en una guía publicada por el Consejo General del Poder Judicial en junio de 2020, se advierte que no existe ningún modelo de custodia mejor o peor, sino aquel que se ajuste lo mejor posible a las necesidades de los hijos en común y por ende de la familia en cuestión.

¿QUÉ FACTORES SE DEBEN TENER EN CUENTA?

A la hora de establecer un régimen de custodia compartida, en el caso de que este no haya sido tramitado de mutuo acuerdo, el Juez será quien deberá decidir el régimen de custodia que mejor se ajuste al interés superior de los menores. Para ello, deberá tomar en consideración los siguientes factores, entre otros:

1. La capacidad y habilidades parentales de cada uno de los progenitores.
2. La relación existente con los hijos en común.
3. La dedicación a los hijos anterior a la separación de los progenitores.
4. La capacidad de comunicación, entendimiento y organización entre los progenitores.
5. La edad de los hijos en común.
6. La capacidad económica de cada progenitor (salario, disponibilidad de solución habitacional) y disponibilidad horarios, que sea compatible con un reparto equitativo de tiempos.
7. Distancia entre el centro escolar de los hijos y las viviendas de ambos progenitores.

En definitiva, si bien el establecimiento del régimen de custodia compartida es una tendencia al alza en sede judicial, en la línea de lo establecido por nuestro Alto Tribunal, en ningún caso se trata de un automatismo, por lo que, a la hora de determinar la idoneidad o no de su establecimiento se deberá estar siempre al caso concreto.

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