Cuando la historia de una madre te dice «Llevo sin ver a mi hija casi tres años» te toca profundo la fibra sensible. Es inevitable. El dolor que transmiten algunas personas es sobrecogedor y a través de él siempre intentamos entender y ayudar en todo lo posible.
Historia de una madre: Las injusticias que afectan a familias
Todos los casos que llegan a nuestro despacho son únicos, pues cada familia es un mundo.
Sin embargo, no puedo obviar el hecho de que algunos de ellos simplemente se te clavan en el alma. Auténticas situaciones sangrantes, injustas, intolerables dónde siempre las víctimas más dañadas son los inocentes, los niños.
A la maldad humana, además se suman las dilaciones indebidas de los Juzgados. Los señalamientos que no llegan, las semanas que se consumen y nadie actúa.
Todo el mundo parece permanecer estático ante los ojos impotentes de quien sufre en silencio la ausencia de un hijo. Algunos quizá, hasta disfrutan con ello, pues era lo que buscaron incansablemente, hasta conseguirlo.
Conmovidos por la historia de una madre empatizamos
Sí señoras y señores, este es el pan de cada día para muchas familias. ¿Los culpables? Las personas, los padres y las madres.
Aquellos que un día olvidaron pensar en sus hijos como prioridad, para empezar a pensar únicamente en ellos. Cegados por sus intereses personales, incluso, por ese veneno que come por dentro llamado a veces rencor, y a veces venganza.
Sin verse casi tres años, y nos encargaremos de acelerarlo
Una madre y una hija llevan sin verse casi tres años. El problema ha llegado muy enredado a mis manos, no obstante, pienso poner toda la carne en el asador.
Porque todo el tiempo que ese padre, o madre, y ese hijo o hijos pierdan de estar juntos, es un tiempo que no vuelve.
Que no se recupera, que duele, y que desgraciadamente no cicatriza jamás.
Delia M. Rodríguez
Abogada de Familia. Mediadora
delia@vestaliaasociados.es