photo-1455619901555-8212a7312f41Vivimos en una sociedad en la que cada vez es más frecuente encontrarnos con familias reconstituidas, es decir parejas que con hijos de una unión anterior se encuentran.

En este caso la formación de la nueva familia puede requerir más tiempo y paciencia. Y es que la familia es un sistema y, como  todo sistema, cuando se introduce un cambio, se producen modificaciones y hay que saber adaptarse.

Dicho esto, ¿qué hay que tener en cuenta en estas familias nuevas? La historia pasada de cada uno. Ha podido haber malas experiencias de la relación anterior y con esto hay que ser muy conscientes y muy honestos con uno mismo y con el otro.

En el tema de la crianza de los hijos, es muy importante dejar hablado qué rol desempeñará cada uno.

Hablar sobre el estilo educativo que se ha adoptado o sobre las normas de la casa puede facilitar la convivencia y llegar a un acuerdo. Puede resultar conveniente, en un primer momento de convivencia, hasta que se cree el vínculo con los hijos de la pareja, que el responsable de la disciplina sea el progenitor y no el cónyuge.

photo-1445366526762-3646e5bf3bebEsto ayudará a la visión que tengan los hijos  de la pareja, ya que no lo sentirán como un invasor. Es mejor dejar un espacio para que puedan conocerse bien en el día a día. Los niños necesitan seguridad y estabilidad, todo cambio requiere un tiempo de asimilación.

Hay que tener en cuenta que los cambios afectarán a los hijos de manera distinta según la edad y la etapa de desarrollo. Los niños más pequeños tienen mejor adaptación a un nuevo miembro. En el caso de adolescentes, puede resultar más difícil ya que están creando su propia identidad y necesitan más tiempo.

Los adolescentes mayores de 15 años ya requieren menos dedicación en la crianza y su núcleo de desarrollo más importante en esta época son los amigos, por lo que la adaptación puede ser más sencilla. Viven más para fuera.

¿Qué pasa con los ex? En este punto es muy importante priorizar siempre el bienestar de los menores. Siempre que hay una nueva pareja, hay que tratar de normalizar con las parejas anteriores, no se trata de destronar a nadie, no queremos negar la paternidad, simplemente la vida sigue adelante.

photo-1447708900092-b2772972e50eSe tienen que seguir respetando los turnos de visita, sin que la nueva pareja interfiera en la relación de los hijos con sus padres biológicos.

Mucha paciencia, tiempo y un poco de flexibilidad facilitarán la adaptación a la nueva situación. En esta etapa es vital la comunicación, los hijos deben sentirse escuchados y que sus opiniones cuentan, no negar sus sentimientos.

Darles espacio para que poco a poco vayan asimilando los cambios.

 


Belén García- Collantes JardónCaptura de pantalla 2016-05-10 13.56.46

Psicóloga Clínica. Experta en Psicoterapia de  familias, niños y adolescentes

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