Durante el proceso de divorcio, se produce un terremoto de emociones y sentimientos, mezcla de tristeza, ira, frustración… pues un divorcio no deja de ser un proceso de duelo.
El duelo es un proceso normal, por el que todos pasamos cuando perdemos algo importante en nuestra vida, pérdida que marca un antes y un después en nuestro día a día.
¿Cuales son las fases emocionales
en un proceso de divorcio?
Muchos estudios indican que el duelo suele tener 5 etapas:
- La negación: en esta etapa nos asaltan pensamientos de que en algún momento todo cambiará, y tendrá un final feliz. Es una estrategia mental cuya finalidad es protegernos del sufrimiento que nos produce enfrentar la realidad. Esta fase se produce cuando la persona está meditando la decisión de divorciarse, y la toma y la niega por momentos, pensando constantemente en alternativas, para no llegar a tomar una decisión tan importante.
- La ira: esta etapa suele ser más larga, cuánto más doloroso y perturbador es un divorcio. Ya en pleno proceso, no se comprende las acciones del contrario, sintiendo ira hasta por el más inocente acto, creyendo siempre que detrás hay una mala intención. A veces esta creencia puede corresponderse con la realidad, pero muchas otras no. La imposibilidad de diferenciar unas de otras, es un claro indicativo de que nos encontramos en esta etapa. Cuando las personas actuamos bajo esta emoción, actuamos de forma irracional, y podemos tomar decisiones precipitadas que no vayan a nuestro favor.
- Culpabilidad: una vez se supera y se calma la ira, aparece la culpabilidad en forma de pensamientos como “yo debería hacer hecho…”, “yo debería haber reaccionado de otra forma…”, “yo podría haber hecho…”, y la tendencia de disculpar a su expareja de sus acciones. Normalmente, esta etapa conlleva tristeza, y si se complica, puede conllevar caer en un episodio depresivo. Pues prevenir esto, es esencial.
- El dolor: la culpabilidad se solapa en sus últimos momentos con el dolor, el dolor de la pérdida. Con un divorcio, se sufre la pérdida de la pareja, de la relación de la estabilidad que esa pareja nos daba o nos hacía sentir. Pero esto no hace otra cosa que prepararnos para la aceptación de esta nueva etapa. Rechazar este dolor, no hace otra cosa que retrasar la superación de este proceso. Por ello, no rechazarlo, sino procesarlo y superarlo debe ser nuestro objetivo.
- La aceptación: esta etapa, aunque parezca que es una etapa feliz, es una etapa difícil, en la que se acepta el divorcio como realidad, y poco a poco, se va creando un nuevo proyecto de vida, con metas a corto y largo plazo. Esto conlleva tomar el rol de persona autosuficiente, con sus pros y contras, y no ampararse en el proceso sufrido para tomar decisiones sobre el futuro propio.
¿POR QUÉ TE OFRECEMOS ACOMPAÑAMIENTO PSICOLÓGICO SIN COSTES EN TU DIVORCIO?
Enfrentarse a un divorcio, conlleva la aceptación de una realidad que no era la deseada, la toma de decisiones difíciles, y el reconocimiento de haber fracasado en un proyecto que no ha llegado al fin con el que se inició (pues nadie se casa con la idea de divorciarse).
Todo este proceso lleva consigo emociones negativas e intensas que pueden nublar nuestro juicio a la hora de tomar decisiones que, en parte, determinarán nuestro futuro más inmediato.
Saber diferenciar estas emociones y alejarlas del procedimiento judicial, facilita la superación de ambos procesos. Estar rodeado de buenos profesionales es esencial, y tener a disposición un equipo multidisciplinar en el que no sólo se ocupen de facilitar la resolución jurídica, sino también del proceso emocional, facilita la superación de esta etapa, difícil para todos.
Es por ello que el Equipo de Vestalia Asociados incorpora a los procesos familiares el acompañamiento psicológico, velando por el bienestar de sus clientes.
Paula Ronco Cardoso
Psicóloga en Vestalia Asociados
paula@vestaliaasociados.es