¿Puedo echar de casa a mi propio hijo?

Dentro de la convivencia diaria, es habitual que las familias enfrenten desafíos, y uno de los más complicados surge cuando la convivencia entre padres e hijos mayores de edad se vuelve insostenible.

El ordenamiento jurídico español, en los artículos 142 y s.s. del Código Civil, establecen una obligación genérica dentro de una familia: la prestación de alimentos entre familiares. Pero, ¿qué significa y qué alcance tiene realmente esta obligación?

A pesar de lo que uno pueda pensar en un primer momento y de la literalidad de la palabra “alimentos”, dicho artículo no nos habla solo de comida. De acuerdo con el artículo 142, esto incluye “todo lo indispensables para el sustento, habitación, vestido y asistencia médica”. Esto implica, por ejemplo, que un padre deba cumplir esa obligación brindando techo a su hijo cuando lo necesita, pero, en algunos casos, puede ser al revés, invirtiéndose los roles familiares.

Sin embargo, y volviendo al supuesto inicial, las fricciones de la convivencia diaria entre padres e hijos se pueden intensificar cuando “nuestros pequeños” alcanzan la mayoría de edad. Es entonces cuando surge la gran pregunta que abre este nuevo post: ¿está obligado un padre o una madre a seguir albergando a sus hijos bajo su techo?, ¿se puede echar de casa a un hijo?

Para responder a esta pregunta, lo primero que hemos de saber es cuándo sí estamos obligados a albergarlos. Como resulta evidente a la mayoría de padres, esta obligación de convivencia se mantiene, por lo menos, hasta que nuestros hijos alcancen la mayoría de edad o hasta que estos decidan emanciparse, pero, ¿qué pasa cuando estos ya han superado la mayoría de edad?

¿En qué supuestos es posible echar de casa a un hijo?

A pesar de que nuestra ley no recoge motivos tasados que permitan y motiven expulsar a un hijo mayor de edad del domicilio familiar, sí recoge una serie de obligaciones que este ha de cumplir mientras se encuentre bajo el techo de sus padres.

En este sentido, el artículo 155 C.C. obliga a los hijos a contribuir a las cargas familiares (dentro de sus posibilidades) y a obedecer a sus padres mientras se encuentren bajo su techo.

Si bien el incumplimiento de estas obligaciones no supone un motivador directo para la expulsión del domicilio familiar, nuestra jurisprudencia ha ido perfilando poco a poco, supliendo la labor del legislador, en qué casos sí es posible echar de casa a un hijo mayor de edad, encontrándose, entre otras:

• Cuando el hijo no trabaja ni estudia porque pretende seguir dependiendo económicamente de sus padres.
• Cuando teniendo los recursos para ello, no contribuye en absoluto (o muy poco) a las cargas familiares.
• Cuando tiene conductas violentas con alguno de sus familiares.
• En algunos casos concretas, únicamente la voluntad de los padres de no convivir con su hijo es suficiente (sin perjuicio del derecho de reclamación de alimentos que pueda tener el hijo mayor de edad).

¿Qué procedimiento permite echar a un hijo de casa?

Una vez que has visto que estás ante un caso de los que permiten el desalojo de tu hijo, debes saber cuál es el procedimiento adecuado para hacerlo. En este caso, se trata del desahucio por precario, procedimiento regulado en el artículo 251.2º de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Este procedimiento permite la expulsión de la vivienda a una persona que se encuentra en un inmueble sin consentimiento de su propietario, sin título y sin abonar cantidad alguna en concepto de renta, situación que describe lo que ocurre mucha veces cuando un hijo mayor de edad convive con sus padres.

Por lo tanto, la respuesta a la pregunta que nos planteamos es que sí: es posible echar a un hijo de la casa familiar, pero ni es una decisión sencilla ni se trata de un proceso inmediato. Se necesitan motivos sólidos y justificados, y acudir a un procedimiento judicial, lo que no es plato de buen gusto de ninguna familia.

Por lo tanto, lo importante es recordar que, más allá de los trámites legales, siempre es recomendable buscar el diálogo y el entendimiento familiar como un paso previo pues puede ser la clave para resolver situaciones que una vez alcanzan la sala se convierten en quistes dentro de una familia de muy difícil solución.

En Vestalia Abogados podemos ayudarte a mediar para que exista una relación más comunicativa y colaborativa entre progenitores e hijos adolescentes. Y si, llegado el caso, te planteas seriamente echar a tu hijo de casa por motivos justificados como los antes vistos, podrás contar con nuestro asesoramiento legal y con la asistencia de nuestro equipo de abogados especialistas en derecho de familia en Madrid.